Basado en el artículo publicado en la página web del diario estadounidense The Washington Post por la columnista Jonnelle Marte.
El
dinero electrónico es un fenómeno relativamente reciente pero que poco a poco
gana fuerza: su comodidad y fácil manejo hacen de él un poderoso rival para el
papel moneda. Sin embargo, lo que no está claro es que este vaya a ser capaz de
reemplazar al dinero tal y como hoy se conoce. Según datos de la AMIPCI del año 2015 (Asociación
Mexicana de Internet), el comercio electrónico había crecido cerca de siete
veces su valor de 2009. Estos datos, que son una constante en todo el mundo,
reflejan un cambio de tendencias cada vez más marcado. Hace diez años Internet
era casi un lujo: hoy miles de empresas admiten el pago con Bitcoin, la moneda
digital. Lo mismo ocurre con PayPal.
Como el artículo de Marte defiende y expone,
compañías de todo el mundo apuestan cada vez más fuerte por dichas formas de
pago. Para darle la razón a la reportera no hay más que encender la televisión
unos minutos: cada vez más negocios y empresas no sólo admiten y promocionan
las ventas desde su web, sino que tratan de captar clientes para este medio de
diversas formas. Poco a poco, diversas franquicias promueven
Dicha
forma de venta mediante incentivos diversos tales como descuentos exclusivos o
productos sin presencia en tienda física. El Corte Inglés o Desigual son dos de
las empresas que más facturan en red, pero no son las únicas. Según publica en
su web el diario El País, esta forma de negocios generó
unos ingresos de 5.303 millones de euros en el tercer trimestre de 2015 en
nuestras fronteras. En Estados Unidos, por su parte, los datos alcanzarían la
suma de 800.000 millones de euros para este año, experimentando un crecimiento
cada vez más potente.
Pero
estos hechos vienen de la mano de las mejoras en el sistema de transacciones
por parte de diversos bancos y entidades de crédito, cada vez más concienciados
de la necesidad de apostar por un futuro digital. Como explica Marte en su
post, la guerra por proveer el mejor servicio y acaparar la máxima cuota de
mercado está generando unos aumentos en presupuesto e inversión en este tipo de
sector por parte de las empresas. No hay más que relacionar el estudio del grupo Meta Pack del año
2014 (según el cual el 83 por cierto de los consumidores online reclamaban un
mejor servicio para las entregas y el pago) con la dosis de actualidad que aporta
Marte: diversas empresas están desarrollando sistemas de pago más baratos,
eficientes y rápidos.
No se
salvan de este fenómeno las economías en desarrollo como la de China: en un vídeo publicado por la MSN se habla
del comercio electrónico chino como el motor del desarrollo de las PYMES
(generadoras del 80 por ciento de los trabajos del país), debido a factores
como la densidad de población. Dicho vídeo resulta muy útil para poder
comprender el alcance de este nuevo fenómeno fuera del mundo occidental.
A
este fenómeno se han sumado también y cada vez con más fuerza las transacciones
a través del móvil: una de cada cuatro transacciones online se realizarán a
través de este sistema según el citado estudio de Meta Pack en EEUU. De hecho,
se espera que para dentro de unos meses estos porcentajes aumenten hasta el 27
por ciento. En territorio español destaca también este incremento
progresivo, que no tiene previsiones de detenerse sino justo al contrario.
¿Será
capaz lo electrónico de vencer a lo tradicional? ¿Podrá imponerse el píxel
sobre la celulosa? Lo que está claro es, como demuestra este reportaje de Europa Press, que
las ventas online no tienen límites y alcanzan los lugares más insospechados.
La verdad es que cada vez utilizamos menos dinero físico. Antes taxis y pequeños negocios no admitían el pago electrónico lo que obligaba a llevar dinero encima, pero hoy en día con pay-pal y los avances tecnológicos que las Entidades Financieras están desarrollando, cada vez es más difícil "ver" billetes y/o monedas.
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